En el competitivo y cada vez más complejo mundo del comercio marítimo-portuario, llegar a casi cuatro décadas con presencia, legitimidad y capacidad de influencia no es fruto de la casualidad. La Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac) acaba de cumplir 38 años de vida institucional y, como lo señala su presidente, Fernando Con, la travesía ha estado marcada por desafíos internos, negociaciones complejas y un contexto logístico que en 2025 enfrenta presiones sin precedentes.
“Hoy en día Amanac es una asociación madura, con presencia en las negociaciones con el gobierno de México y voz autorizada ante organismos nacionales e internacionales”, afirma Con.
La historia de Amanac comienza en 1987, cuando un grupo de siete agencias navieras decidió crear una alternativa de organismo de representación empresarial para un sector dividido. En aquella época, la actividad de agente naviero era altamente reconocida socialmente y la mayoría de las agencias en México estaban dirigidas por familias propietarias.
En palabras de Con, el germen de Amanac fue la necesidad de una representación más homogénea para enfrentar los conflictos sindicales y las revisiones salariales de la época, en un país con inflación disparada y negociaciones permanentes con sindicatos portuarios.
“Ha sido una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida profesional: seguir la línea de fundación de Amanac y verla donde está hoy”, recuerda.